En mis años guiando prácticas de yoga, he visto cómo ciertas posturas generan una y otra vez un efecto casi inmediato de calma, alivio y conexión interna. No importa si es tu primera vez practicando o si tenés años de experiencia: el cuerpo guarda tensión, y también tiene la capacidad de liberarla si le damos el espacio adecuado.
Hoy quiero compartirte algunas de las posturas que más impacto han tenido en mis alumnxs cuando la ansiedad se hace presente. Son accesibles, profundas y no necesitás ser flexible ni "hacerlas perfecto" para que funcionen. Lo importante es la intención y el registro interno.
1. Balasana (Postura del niño)
Una de las posturas más reconfortantes y regeneradoras. Al apoyar la frente en el suelo se activa el sistema nervioso parasimpático, ayudando a que el cuerpo entre en modo de descanso y reparación.
Tip: Si sentís mucha tensión en las rodillas o caderas, poné un almohadón entre glúteos y talones. El objetivo es rendirte, no forzarte.
2. Paschimottanasana (Pinza sentada)
Esta flexión hacia adelante ayuda a llevar la mirada hacia adentro, calmar la mente y soltar tensiones físicas en espalda baja y piernas. Ideal cuando la ansiedad se siente como una "presión" interna.
Tip: Doblar rodillas no es hacer trampa. Si tu espalda baja está tensa, usá un cinturón o tomá tus tobillos sin empujar.
3. Viparita Karani (Piernas arriba contra la pared)
Una postura restaurativa que mejora la circulación, calma el sistema nervioso y da una sensación de contención total. Muy recomendada cuando estás sobreestimuladx o no podés dormir.
Tip: Hacela con un almohadón o manta bajo la pelvis para intensificar la relajación.
4. Supta Baddha Konasana (Postura del ángulo reclinado)
Conocida también como "la mariposa acostada", abre el pecho y las caderas, dos zonas donde solemos guardar ansiedad y miedo. Es una invitación a abrirnos al descanso.
Tip: Usá bloques o almohadones bajo tus rodillas para sostener la apertura sin esfuerzo.
5. Savasana (Relajación final consciente)
Aunque parezca simple, esta postura es poderosa. Savasana no es solo “tirarse a descansar”, es entrenar al cuerpo y la mente a rendirse. Aquí es donde todo se asienta.
Tip: Tapate con una manta, colocá algo sobre tus ojos, y date 5-10 minutos completos para estar sin hacer.
Conectar con el cuerpo, respirar y darnos estos espacios puede cambiar por completo cómo atravesamos un día difícil. No se trata de evitar la ansiedad, sino de saber qué hacer cuando aparece. Y en eso, el yoga puede ser un gran aliado.